A los adolescentes les fue sorprendentemente bien durante la cuarentena
Dormir más, pasar más tiempo con la familia e interactuar de una manera más sana con las redes sociales les ayuda a sobrellevar mejor las restricciones actuales
Los efectos de la pandemia de coronavirus han tenido un gran impacto; y en el caso de muchos, estos han adoptado una forma psicológica en lugar de fisiológica, ya que los estudios demuestran que el número de adultos que sufren angustia mental, ansiedad y depresión ha aumentado hasta el triple comparado con los últimos años. A la vista de estas cifras, ha surgido una gran preocupación por la forma en que la situación ha afectado a los adolescentes.
La adolescencia es una etapa del desarrollo en la que las conexiones sociales y la necesidad de separarse de los padres cobran gran importancia. Por eso, cuando empezaron a entrar en vigor las restricciones y los confinamientos impuestos por la pandemia, se temió por el impacto emocional que el cierre de las escuelas, el no poder ver a los amigos y el quedarse en casa con la familia podrían tener en la salud mental de los adolescentes.
Sin embargo, sorprendentemente, muchos adolescentes parecen haber reaccionado a la situación de maneras inesperadamente positivas.
Utilizando cuatro criterios (satisfacción con la vida, felicidad, soledad y depresión) para evaluar el bienestar mental, una encuesta a 1523 adolescentes norteamericanos realizada entre mayo y junio de 2020 parece mostrar que su salud mental no ha sufrido demasiado durante la pandemia, con los porcentajes de adolescentes infelices o insatisfechos siendo solo un poco más altos que en 2018, y los porcentajes de adolescentes deprimidos o sintiéndose solos siendo aún más bajos. Los resultados son especialmente llamativos si se tiene en cuenta que casi un tercio de los encuestados dijo que conocía a personas a las que se les había diagnosticado COVID-19, una cuarta parte tenía un progenitor que había sido despedido, una cuarta parte estaba preocupada porque sus familias no tuvieran suficiente comida y dos tercios estaban preocupados por no poder ver a sus amigos.
Puede haber varias razones para esta respuesta positiva. En primer lugar, la mayoría de los encuestados informaron que pasaban más tiempo con sus familias, más de la mitad dijo que la familia ahora comía junta y casi el 70% dijo que la pandemia había acercado a sus familias. Las relaciones familiares positivas a menudo se relacionan con una mejor salud mental, por lo que este mayor tiempo en familia puede haber ayudado a los adolescentes a manejar la situación.
Otro factor importante es el sueño. Los cerebros de los adolescentes necesitan de nueve a diez horas de sueño por noche, y los adolescentes privados de sueño tienen más probabilidades de sufrir depresión, estrés y niveles más bajos de funcionamiento cognitivo. Los relojes corporales de los adolescentes están programados para irse a dormir más tarde por la noche y despertarse más tarde por el día, y ahora que no se ven obligados a levantarse temprano para ir a la escuela, los adolescentes tienen mayor libertad para seguir estos ritmos naturales. De hecho, la cantidad de adolescentes que dijeron que generalmente dormían siete o más horas por noche aumentó del 55% en 2018 al 84%.
Un tercer factor también puede estar relacionado con una disminución o un uso más intencional de las redes sociales. Las investigaciones han demostrado que el uso de las redes sociales de forma activa en lugar de pasiva (es decir, interactuar directamente con los contactos en lugar de desplazarse a través de publicaciones interminables) puede ser útil para la salud mental y, de hecho, la mitad de los adolescentes en la encuesta dijeron que evitaban el uso de las redes sociales de forma pasiva, con casi el 80% afirmando que las redes sociales les habían permitido conectarse con sus amigos durante la cuarentena.
La encuesta parece mostrar que dormir más, pasar más tiempo con la familia y utilizar las redes sociales de forma productiva puede haber ayudado a mitigar los efectos potencialmente negativos de los confinamientos, el distanciamiento personal y la cuarentena para muchos adolescentes; de hecho, más de la mitad dijeron que sentían que la experiencia les había hecho más resilientes. Esperemos que, a medida que avancen las cosas, sigan encontrando formas igualmente positivas de afrontar lo que sin duda es una situación extremadamente difícil para ellos.