La búsqueda del equilibrio entre el trabajo y la familia por parte de la mujer

Conciliar el trabajo y la familia es un reto en el mejor de los casos, y la conectividad 24/7 no lo ha hecho más fácil, ya que en los últimos años nos ha permitido trabajar cada vez más desde cualquier lugar y a cualquier hora. Hoy en día, encontrar el equilibrio entre nuestra vida profesional y personal puede parecer prácticamente imposible de conseguir.

Esta situación es aún más difícil para las mujeres. Son ellas las que, con demasiada frecuencia, se encuentran con que el grueso de la responsabilidad de las tareas cotidianas y del cuidado de los hijos, los familiares mayores y la pareja recae directamente sobre sus hombros. Y la situación no es mucho mejor en el lugar de trabajo, donde a menudo se les paga menos que a sus colegas masculinos por hacer el mismo trabajo en ámbitos que pueden parecer diseñados exclusivamente alrededor de las necesidades masculinas.

De hecho, tratar de encontrar el escurridizo equilibrio entre la vida laboral y la personal puede ser un empeño tan arduo que acabe convirtiéndose en una fuente de agotamiento en sí mismo. Como es de esperar, todo esto tiene efectos en la salud, y los estudios demuestran que las exigencias del trabajo y la familia hacen que un número cada vez mayor de mujeres jóvenes sufran niveles preocupantes de ansiedad, estrés y falta de sueño, lo que a su vez puede conducir a la depresión.

A pesar de los progresos realizados en los últimos 40 años, ahora mismo el mito de los 80 de que las mujeres "lo tienen todo" parece más lejano que nunca.

Obviamente, muchos de los cambios necesarios para hacer frente a esta situación son estructurales: en su inmensa mayoría, las mujeres afirman que los entornos laborales inflexibles son uno de los principales obstáculos para lograr un buen equilibrio entre la vida laboral y la personal, y citan una mayor flexibilidad, un permiso familiar remunerado y una atención infantil de calidad como factores que supondrían una gran diferencia. Pero mientras esperan que la sociedad se ponga al día, ¿qué pasos pueden tomar las mujeres como individuos para tratar de mejorar su propio equilibrio entre el trabajo y la vida?

Algo importante, según los expertos, es ser menos exigente con una misma y evitar compararse con los demás e intentar estar a la altura de los estándares poco realistas con los que las mujeres son constantemente bombardeadas. Recomiendan planificar el tiempo, pero también asegurarse de que la programación incluya tiempo dedicado a una misma: dejar espacio para las cosas que a uno le resultan personalmente rejuvenecedoras -ya sea meditar, hacerse la manicura, leer un libro o simplemente no hacer nada- es absolutamente vital para recargar las pilas mentales.

Otra de las claves para mejorar el equilibrio entre la vida laboral y la personal es hacer un esfuerzo por comunicar claramente nuestros deseos y necesidades, y aprender a delegar y a decir "no", tanto en casa como en el trabajo. Tener una visión clara y centrada de nuestros propios límites y prioridades significará que la toma de decisiones será menos estresante y más productiva.

No escatimar en horas de sueño es una prioridad. La falta de sueño puede provocar falta de memoria, disminución de la capacidad de atención e incluso depresión, así como riesgos para la salud como la hipertensión, nada de lo cual hace la vida más fácil.

Pero lo más importante de todo es recordar que hay que darse permiso para no ser perfecto, a pesar de la presión a la que están sometidas constantemente las mujeres en este sentido. No dejes que el deseo de encontrar ese equilibrio ideal entre la parte personal y la profesional de tu vida acabe siendo algo que consuma energía y tiempo que podrías dedicar de forma más provechosa a las cosas que quieres hacer.

Es posible que descubras que, si dejas de preocuparte por ello, el equilibrio entre el trabajo y la vida privada se cuide a sí mismo.